Monseñor Rossi
Nació en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, el 13 de agosto de 1938.
Completados sus estudios secundarios en su ciudad natal, se trasladó a Buenos
Aires para estudiar Abogacía y Traductorado Público Nacional de Inglés. En la
carrera de Derecho cursó dos años.
Respondiendo a su vocación sacerdotal, en 1959, a los 21 años de edad, ingresó
en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires donde durante siete años cursó
todos los estudios eclesiásticos. El 3 de diciembre de 1966 fue ordenado
sacerdote por el cardenal Antonio Caggiano en la catedral metropolitana de
Buenos Aires.
Fue vicario parroquial en Nuestra Señora del Carmen de Villa Urquiza
(1967-1973) y en nuestra Señora de Monserrat, en el barrio homónimo
(1974-1975); luego párroco de Nuestra Señora de la Misericordia, de Mataderos
(1975-1983) y de Nuestra Señora de Balvanera (1983-1992). En 1989 el Santo Padre
le concedió el título pontificio de Capellán de Su Santidad.
Como Secretario General de la Comisión Nacional para la Prioridad Juventud
(1981-1986), fue uno de los organizadores del Encuentro Nacional de Juventud de
Córdoba en 1985 y de la Misa del Domingo de Ramos en la Jornada Mundial de la
Juventud 1987, presidida por Juan Pablo II en la avenida 9 de Julio.
Ocupó también los siguientes cargos: presidente de la Comisión Arquidiocesana
para la Prioridad Juventud; terminada ésta, fue presidente de la Comisión
Arquidiocesana de Juventud; delegado del Arzobispo en el Consejo Superior de
Educación Católica (CONSUDEC); miembro del Consejo Presbiteral (en varios
períodos); miembro del Colegio de Consultores; párroco consultor; miembro del
Consejo Arquidiocesano de Pastoral.
El 20 de mayo de 1992, por pedido del cardenal Antonio Quarracino, Juan Pablo
II lo nombró obispo titular de Enera y auxiliar de Buenos Aires. Recibió la
consagración episcopal en la catedral primada el 27 de junio de 1992, de manos
del cardenal Quarracino, arzobispo de Buenos Aires; de monseñor Eduardo Vicente
Mirás, obispo auxiliar de Buenos Aires, actualmente arzobispo de Rosario y
presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, y de monseñor Mario José
Serra, en ese entonces obispo auxiliar de Buenos Aires.
Tanto su nombramiento por el Papa como su consagración episcopal se realizaron
junto con el nombramiento y la consagración del actual arzobispo de Buenos
Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio.
Tras su ordenación episcopal, monseñor Rossi desempeñó los siguientes cargos en
la arquidiócesis porteña: vicario episcopal de Devoto; vicario episcopal de
Pastoral (incluye presidir el Consejo Arquidiocesno de Pastoral, responsable
del Plan Arquidiocesano de Pastoral, responsable de la Misión Arquidiocesana y
presidir la Comisión del Corpus Christi y otros actos); vicario episcopal de
Juventud (incluye Pastoral de Juventud, Pastoral Vocacional, Actos de Piedad
Popular, como la Peregrinación Juvenil a Luján y la Marcha Juvenil del Corpus);
Pastoral de Niños; Pastoral lUniversitaria; Pastoral en Colegios Secundarios de
gestión estatal; Grupos Misioneros; Pastoral con los futbolistas; delegado del
Arzobispo en el Departamento de Laicos; Delegado de Migraciones y Turismo;
Delegado de la Animación Misionera.
En la Conferencia Episcopal
Desde su elección episcopal tuvo activa participación en el ámbito de la
Conferencia Episcopal Argentina. Fue miembro de la Comisión de Apostolado Laico
y de la Comisión de Ministerios (1993-1996); miembro de la Comisión de
Comuinicación Social y de la Comisión de Ministerios (1996-1999). Dentro de
esta última, presidió la Comisión de Pastoral Vocacional que organizó un
encuentro con delegados de todo el país donde se elaboró un Plan Nacional de
Pastoral Vocacional; miembro nuevamente de la Comisión de Apostolado Laico y
asesor nacional de la Acción Católica Argentina.
Quiero ser servidor y gastar mi vida
El 22 de febrero de 2000 el Santo Padre Juan Pablo II lo nombró obispo de San
Martín para suceder a monseñor Luis Villalba que había sido promovido a la
arquidióceis de Tucumán. Tomó posesión de la sede el 1º de mayo de 2000. En esa
oportunidad, en su primer mensaje a la comunidad católica de San Martín,
monseñor Rossi expresó: “Quiero ser servidor, para gastar mi vida viviendo para
los demás; pero también quiero ser entre ustedes y para ustedes, padre, hermano
y amigo”. Luego pidió a los laicos que “se jueguen en los campos de la cultura,
el deporte, los medios de comunicación, la política, la familia”, y tuvo palabras
para “los ancianos a los que no les alcanza la jubilación, a los que no tienen
trabajo, a los que han bajado los brazos, a los que han perdido la fe, a los
que no encuentran el amor. No siempre podré solucionar sus problemas, pero mi
despacho estará siempre abierto y les digo que estarán muy cerca de mi
corazón”.
No llegó a cumplir tres años en su misión al frente de una de las diócesis más
obreras del Gran Buenos Aires. El cáncer lo sometió a un sufrimiento muy
intenso que ofreció por sus fieles. Pese a la gravedad de su estado, no perdió
el ánimo y la esperanza. Participó de la última Asamblea Plenaria de la
Conferencia Episcopal realizada en San Miguel en noviembre último, en la que
fue reelegido miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Laico. (apfdigital.com.ar )
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